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★
Sitio con unas vistas preciosas. Fue lo único bueno. Habíamos reservado y cuando llegamos nos dicen que se habían equivocado y que constaba la reserva para el día siguiente. Como había poca gente nos asignaron una mesa. Comimos nada del otro mundo) y sólo uno de nosotros pidió café. La camarera nos dice que si no vamos a pedir postre, que nos levantemos que necesita la mesa. Sólo veo a una persona esperando y hay una mesa libre.Cuando nos vamos, pasamos al alojamiento rural para preguntar precios. No hay nadie en recepción. Al rato acude la segunda camarera y nos dice que qué queremos, que ella tiene mucha prisa y no se puede entretener con nosotros. Para no volver, desde luego...