2.5 /5
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Muy, muy bien, de esas comidas que sales muy satisfecho, para comer sin prisas y poder hacer una sobremesa tranquilo.Está situado frente al mar por lo que las vistas son inmejorables.Ya desde el principio según te reciben se nota la profesionalidad y amabilidad del personal que junto con la buena cocina hacen que el resultado sea insuperable. El personal es muy amable y profesional, en nuestro caso nos atendió Iñigo. Probamos el pulpo y estaba tan bueno que tuvimos que repetir, el rabo de toro muy bueno, el solomillo perfecto, el rodaballo insuperable. Tienen un postre que es el soufle y es exclusivo de allí, una delicia.