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Cada vez que tenemos un día libre para salir a comer o a cenar en familia es excusa para venir a casa Francisco. La calidad gastronómica y humana de esta casa es brillante. Gente buena y sencilla. Ni un mal gesto y siempre con atención y una sonrisa. Unos tomates con anchoas exquisitos, un solomillo de buey a la piedra bárbaro, navajas de otro mundo y unos postres maravillosos. En Pedroñeras tenéis a Los Anastasios para lo que queráis. Un saludo para Paco y la familia. No tardamos..