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Ayer fuimos a almorzar en familia para apoyar a la hostelería, ya que sabemos que se ha visto muy afectada con la pandemia y salimos muy decepcionados: Entre mesas no se respetaba la distancia mínima para evitar posibles contagios, llegando a ubicar el camarero a un grupo espalda con espalda con nosotros y estando el restaurante vacío (solo estábamos nosotros cuando llegó el grupo). No se limpiaban las mesas cuando se levantaba un grupo de comensales y se iba a sentar otro. Clientes sin mascarilla y sin ponerse hidrogel cogiendo bebidas y comida, etc. Encima cuando se le dice al responsable y se le pide la hoja de reclamaciones sus formas dejaron mucho que desear.