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Habitación pequeña, llena de mosquitos, arañas y demás insectos. Baño mínimo e incómodo. LLegamos sobre las 14:30 horas y pedimos una habitación triple directamente en el restaurante, nos dicen que tienen una, que han de poner la cama supletoria. Por no meter prisa, tomamos algo en la terraza, y casi dos horas después no teníamos las llaves. Sobre las 18:30 horas le pedimos la llave con idea de asearnos y salir a dar una vuelta, la cama supletoria por supuesto aún no estaba. Subimos por fin, habitación pequeña para dos para 3 ni os cuento). Cuando pusieron la cama supletoria, el armario inaccesible, la habitación era un laberinto y las maletas solo cabían en poquito trozo de pasillo que habí...