Si estás a dieta y se te antoja un kebab sin duda es tu sitio. Y además los precios no se corresponden con lo que pone en los carteles, te pides un durum con bebida y te cobran lo mismo que si te pidieses un menú entero.
Pedía comida y comía allí hace algunos años, fui a comer la semana pasada y la calidad bajó bastante, pizza turca con poca carne, desabrida, así como las patatas.