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★
Cobran en negro, no hay ticket ni hay caja registradora operativa. La que tienen, llena de tierra, no está conectada. Cobran a ojo lo que les parece (por supuesto, al alza) y no tienen ni una calculadora. El servicio deficiente. La carta es presentada oralmente y de carrerilla por un señor desganado en chándal. El inmueble y la decoración horribles. Siendo un local de piedra, da pena ver esas mesas de peor calidad que las de Ikea. Tienen abierto un portón que congela a los comensales. Están todas las paredes cubiertas y sobrecubiertas de fotografías relativas al PP, de militares, del Papa,..., y también de muchos títulos absurdos, puesto que el negocio es de un ex-alcalde del PP conocido por...