Comida riquísima en un sitio auténtico. Nos gustó tanto, que repetimos. A destacar, la cazuela de pulpo y gambas con mojo, la ropa vieja y los chopitos. Muy buen servicio y amabilidad, en especial de Sofía. Nos recomendó muy bien qué comer, con un trato muy agradable y con gran simpatía. Se agradece que haya profesionales así!
La comida estaba muy buena, pero el servicio un poco lento, si bien es verdad que habian dos mesas muy largas al mismo tiempo, pero tardaron mucho en sacar la comida. A pesar de eso, la experiencia muy rica, lo recomendamos
-comimos muy rico y a buen precio -el vino de la zona muy sabroso también -la ropa vieja la encontré un poco fuerte -el pulpo muy rico -las camareras encantadoras