un lugar encantador en medio de una cordillera junto al emblemático paisaje del santuario del santo de Totana. Hemos cenado rodeado de naturaleza aprovechando el fresco de una noche de verano, que es apreciada. la calidad de la comida es excelente, con grandes raciones y también a un precio muy económico.
precio ajo pero raciones muy buenas y bien preparadas. productos frescos. platos generosos. postres caseros. Tienen un buen parque infantil. pegamento: no tenían parte sin gluten, casi perfecta. Nota: aunque el acceso es simple, siendo grava, no será fácil de acceder con ruedas de dios.
típico merendero encima de totana. Tiene mesas afuera y dentro, en un gran salón. autoservicio en la terraza y muy rápido dentro. visitas a la cordillera. niños: diapositivas, portories, cestas, granja. la comida: a las bragas y patatas
un lugar curioso, muy preparado para los niños. no tenían brazies el día que fuimos, pero los chops en el plato y el calamar cumplieron más. precio razonable y buen servicio.