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★
Fuimos mi mujer y yo. Desde el principio hasta el final el servicio ha sido un AUTÉNTICO DESASTRE con mayúsculas. No saber distinguir entre un vino semidulce y uno seco, que haya que recordarle 18.456 veces a la camarera cada uno de los pedidos, ensaladilla de pulpo con sabor a nada, nachos con un pegote de carne picada helada por encima y sin guacamole, que por cierto tuve que levantarme a pedirlo yo en barra después de recordárselo 1567 veces. Cuando nos traen los nachos, los traen chamuscados por calentarlos con soplete. NO RECOMENDABLE....Por cierto la mesa de al lado con mismos problemas e incluso peores por ser más gente.