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La calidad del lugar ha empeorado en los últimos años. Ya no se hacen reservas, y la comida que tienen no es la mejor. Sigue siendo buena he de admitir, pero si antes había una gran variedad para la parrilla, esa variedad ha disminuido, al igual que todos los postres, que ahora se nota que son comprados de algun supermercado y puestos por poner. Hasta los buñuelos todavía estaban congelados. A lo largo de las tres horas que estuvimos allí, no repusieron nada excepto las pizzas. Y había zonas con cosas vacías. El precio ha subido, la calidad ha bajado.