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Sitio Espectacular. Nos encantó. Gente maja, maja, agradables, simpáticos, nos trataron super bien, económico, con vino, primero, segundo y postre. Platos gigantescos, raciones para vikingos y rico rico, se nota ese sabor de buena cocina casera, hasta el pan estaba delicioso, no esas porquerias congeladas que tienen la cara de poner incluso en sitios caros, pan pan de panadería tradicional Las lentejas deliciosas, el risoto sorprendente, el rape pues muy correcto y el pollo super rico, tanto nos gustó que volvimos al día siguiente pese a tener que desviarnos muchos kilómetros y ahí fue cuando catamos el chuletón de Ávila, madre mía que rico y buen precio ya que es para dos, bueno sin palabra...